
La cultura popular de El Salvador comprende tradiciones y costumbres ancestrales, provenientes de las culturas prehispánicas, que se fusionaron con las costumbres españolas. Los núcleos de población más representativos y tradicionales se localizan en las zonas de los Izalcos y Nonualcos, alrededores de San Salvador y Cacaopera.
Entre las expresiones materiales del folclore salvadoreño, se incluyen elementos como la artesanía, en la que existen importantes centros de producción en Nahuizalco, La Palma o Ilobasco; y los objetos incluyen diversos tipos de alfarería, cerámica, jarcia, cestería, barro cocido, juguetes, pirotecnia, etc.
En el campo de las expresiones sociales, resaltan las cofradías y hermandades, que en El Salvador alcanzan las cincuenta y tres. Las localidades adonde se encuentran las de mayor tradición incluyen a Izalco, Panchimalco, Jayaque, San Pedro Nonualco y Santo Domingo de Guzmán. Por otra parte, en el comercio popular, existe el Tiangue y sobreviven juegos tradicionales para niños y adultos como el yo-yo, trompo, capirucho, Chibolas, palo ensebado, carrera de cintas a caballo, entre otros.



